¿Cómo iniciar nuestra preparación de costillas de cerdo en salsa de moritas? Corta las costillas de cerdo en trozos medianos y agrégalas a una olla grande con capacidad para tres litros.
Sazona las costillas con la hoja de laurel, dos dientes de ajo machacados y media cebolla picada en trocitos, finalmente agrega sal y agua suficiente para cubrir la carne al menos tres dedos más arriba.
Cubre y coloca al fuego de la lumbre alto para que la carne hierva rápido, en un lapso de cinco a diez minutos.
Entonces, cuando haya hervido, baja el fuego para que la carne se cocine a fuego lento y quedé mucho más tierna.
Al tiempo verás que aparece una espuma en la superficie del agua.
Debes retirar toda la espuma con la ayuda de una paleta y cubrir para que la carne se cocine bien.
En tanto está la carne, agrega en una olla mediana los jitomates, los chiles morita secos, media cebolla y un diente de ajo.
Cubre la olla con agua suficiente y déjala cocinar a fuego medio por veinte minutos o cuando los jitomates y los chiles estén suaves.
Pasado el tiempo de cocción, agrega los jitomates, la media cebolla, el diente de ajo, los chiles morita y un poco de agua con la que se cocinaron al vaso de la licuadora.
Procesa bien hasta obtener una salsa fina que vas a reservar.
Entonces, cuando las costillas de cerdo estén bien cocidas, escúrrelas bien y deja que se cocinen sin agua, para que se doren con su propia grasa.
Mantén la lumbre a fuego medio bajo mientras se dora la carne.
En caso de que la carne se seque, agrega un poco de aceite de vegetal para ayudar a que se cocine bien y no se pegue.
Cuando ya estén doradas las costillas, agrega la salsa de chiles morita a la olla con la ayuda de un colador, sazona con la mejorana y el tomillo y remueve hasta integrar.
La salsa va a espesar un poco más, si la desea más disuelta, agregué agua.
También, corrige el sabor agregando más sal y pimienta de ser necesario. Cocine por diez minutos y sirva en un plato llano con arroz blanco.