El primer paso para realizar este licuado de avena y manzanas es lavar las manzanas y picarlas en cubos grandes, (es opcional si decides quitar o no la cáscara de las manzanas).
Luego déjalas congelar en la nevera hasta que se endurezcan casi tanto como los cubos de hielo.
Al mismo tiempo que se congelan las manzanas, coloca en una taza de agua la media taza de avena y déjala remojar por el tiempo que estén las manzanas dentro del congelador de la nevera (si usas avena en polvo omite este paso).
Esto ayudará a que se desprenda tanto el sabor como los nutrientes y tenga un mayor aporte calórico el agua.
Una vez estén congelados los trozos de manzana verde, integrales al vaso de la licuadora.
Debes mezclar los trozos de manzana en conjunto con la avena en remojo, incluyendo el agua.
Además, debes agregar las tres cucharadas de jugo de limón, la cucharada de canela en polvo o media raja de canela, y la cucharada de miel de abeja.
Licua bien hasta obtener una mezcla homogénea.
De esta manera, el licuado estará listo, sin embargo, para obtener más consistencia, utiliza dos tazas de leche entera junto con la cucharada de esencia de vainilla y licua por dos minutos.
Cuela el líquido con un colador grande, para quitar los restos de manzana y las hojuelas de la avena y vierte en una jarra grande con capacidad para dos litros de jugo.
Agrega los cubos de hielo a la jarra y deja refrigerar por veinte minutos.
Para servir, agrega hielo a un vaso de vidrio, luego el licuado de avena y manzanas verdes, luego espolvorea con canela por encima y disfruta.